Definiciones, mitos y prejuicios.
*Denni Fernandez
La burocracia es inherente a toda organización. La definición política “burocracia” surge como forma de caracterizar de “burocrática” una forma de organización en que las prácticas cerradas pasan a ser la razón de ser de la organización. Ser burócrata no es sinónimo de no luchar, sino de cuál es la razón principal para hacerlo o no hacerlo.
El termino burocracia hoy tiene un significado negativo o peyorativo, cuando en realidad es un término neutro. Burocracia es cualquier aparato de dirección tanto, sindical, como empresario, como político, deportivo, etc. Un término muy utilizado Max Webber en el siglo XIX y comienzos del XX (dedico casi todos sus investigaciones sociológicas al estudio de la burocracia, como estructura de dirección de grandes entidades tanto públicas como privadas). El buen o mal funcionamiento de la burocracia depende fundamentalmente de la capacidad de los quienes conforman esas organizaciones, y de las políticas que deciden para dirigir la institución (sindical, empresaria, deportiva, el estado, etc).
Según el diccionario el origen etimológico viene del fr. bureaucratie, y este de bureau ‘oficina, escritorio’ y -cratie ‘-cracia’. Entonces ¿por qué únicamente a la “burocracia sindical” se le adosa ese plus de intencionalidad? La pregunta viene, no porque no exista esa intencionalidad en el caso de algunos dirigentes sindicales, sino por que poco o nada se habla de “burocracia política”, “burocracia empresaria”, “burocracia universitaria”, “burocracia docente”, “burocracia de club de barrio”, “burocracia artística”, “burocracia intelectual”, “burocracia mutualista”, “burocracia cooperativista”, “burocracia fomentista”, “burocracia eclesiática”, etc. En definitiva ¿porque el término “burocracia” casi exclusivamente es un aditamento para los dirigentes sindicales y no al resto de los otros sectores de la sociedad?
La “burocracia sindical” no es una categoría abstracta o una banda de figuras cosificada. Son sujetos activos concretos que llevan a cabo determinada práctica política, que favorecen intereses, que perjudican otros, en el hoy, en lo concreto, son carnales, existen, no habitan un mundo imaginario como duendes de un cuento de fantasías setentistas.
No negamos que existen desde hace aproximadamente 60 años (y hace 60 años hay quienes cantan “que se va a acabar”) en el movimiento sindical argentino una parte considerable de sus dirigentes que no sólo no han defendido dignamente el interés de sus representados, sino que directamente han jugado para las patronales. Pero esa práctica no se debe exclusivamente a su condición de “burócratas” sino al proyecto ideológico en el que se inscriben. Se han conocido sobrados casos de seccionales de sindicatos, comisiones gremiales internas y sindicatos muy combativos y dignos defensores de los intereses de los trabajadores, en los cuales no puede decirse que estén exentos de un alto componente burocrático. Y también se conocen a algunos que se la pasan acusando de pico a burócratas sindicales, y cuando les toca a ellos, al verlos, se sorprendería hasta el mismísimo Vandor.
Pensamos entonces que la nota característica del llamado “burócrata sindical” es la adhesión a un proyecto ideológico extraño a los intereses de los trabajadores y en comunión con las patronales de su sector. Es decir; qué se defiende, desde dónde se para, y para qué proyecto de Nación son los interrogantes que habría que plantearse antes de andar desparramando arbitrariamente esta categoría social, la que casualmente fue pergeñada por las patronales entre los años 1946 y 1955.
Hoy esa “burocracia sindical” expresa la política sindical de los últimos gobiernos que siguen intentando fracturar la CGT intentando “legitimar” el ajuste y sus políticas con un sindicalismo sometido. A los que hoy podemos llamar “burócratas sindicales” son los tipos que ya supieron entregar a los trabajadores, sentados a la mesa de todo poder de turno y que siguen existiendo en el mundo gremial, algunos de los cuales están atornillados a su sillón desde hace casi 40 años y hoy están enfrentados con los compañeros que han decidido resguardar la defensa de los intereses de los trabajadores como el caso de camioneros.
La cuestión sindical siempre fue compleja y no creemos que se puedan saldar con acusaciones vaciadas de conceptos claros que expliquen o echen un poco de luz en el asunto.